martes, 3 de julio de 2012

Crianza con apego vs. “sobreprotección”


Desde que yo era pequeña oía a muchos adultos a mi alrededor "No hay que malcriar a los niños", entendiendo por "malcriar" al hecho de hacerles caso o cumplir con sus deseos o necesidades cuando estos se quejaban o lloraban por algo. 
Mis padres también se dejaron guiar por esa idea. 
Más tarde cuando nacieron mis hijos algunos amigos bien intencionados me decían que no malcríe a la niña, que no la sobreproteja, que no le haga caso siempre si llora, que no duerma con ella en la cama (de hecho, cuando ella cumplió seis meses ya la pediatra me dijo que la pequeña debería dormir en ¡otro cuarto sola!), que no la cojamos siempre en brazos porque ¡¡"se va a acostumbrar mal"!! 
Me siguen enfadando estos consejos: no se basan en ningún hecho científico (más bien es al revés, desafían cualquier estudio serio o investigación científica de los últimos dos siglos, por lo menos), ni siquiera se basan en la experiencia del que los da, y tampoco tienen apoyo empírico. Hacen parte de estos "consejos" inventados algún día por personas enfermas y que, por la razón que sea, se han enraizado de tal forma en la consciencia colectiva que ahora, incluso sabiendo que son dañinos, que no tienen ninguna base seria, y que no hay necesidad de ponerlos en practica, incluso así la mayoría de la gente ya los tiene tan presentes que les cuesta desprogamarse. Cuesta asimilar que criar con apego y acompañar siempre a tu hijo de corta edad es un modelo natural de los mamíferos, ¡y no es “sobreprotección” o “malcriar” o “tener a tu hijo pegado a tus faldas”!

De hecho y por desgracia, estas ideas dañinas siguen vigentes en muchos sectores de la sociedad, de tal forma que incluso varios "expertos" y profesionales las siguen propagando sin motivo real (¿qué le importa a mi pediatra si yo duermo con mi hija en la cama, siempre y cuando ella está creciendo bien y está sana y feliz?) dando pie a que incluso se etiquete como "madres sobreprotectoras" a las mujeres que no sólo que no hacen nada mal, sino que actúan según les dictan las leyes de la naturaleza. Se han visto casos extremos en los que algunos profesionales han dado a entender que las mujeres que reaccionan normal en una sala de partos - al no querer separarse de sus recién nacidos - están "enfermas" o "exageradas". Sin embargo, a la vista de las investigaciones sobre el comportamiento de los mamíferos, a una madre que no se queda pegada a su recién nacido para darle los cuidados necesarios y que luego lo abandona en el nido en vez de estar con él, se le considera “madre traumatizada” que tiene un comportamiento antinatural y a la que le falla el instinto materno.
No deja de ser curioso que lo que se califica como “falta de instinto maternal” y “comportamiento antinatural” en los mamíferos estudiados es, sin embargo, considerado normal en los humanos. Y lo que se ve como normal en la hembra de cualquier mamífero en una mujer se tacha de “obsesión enfermiza” o “síndrome de sobreprotección”.

Me gustaría dejar aquí varias preguntas para que vayan incitando a la reflexión. 
Una es la que yo utilizaba siempre como argumento cuando tuve a mis bebes: ¿Acaso los niños antes de nacer no están durante nueve meses en "los brazos" de su mamá? Ya vienen "acostumbrados" a estar dentro de su madre y es normal y sano que sigan con esta pauta después de nacer, máxime cuando se trata de su supervivencia y de aprender cosas nuevas (a veces incomprensibles para un bebé) sobre el mundo en el que acaban de aterrizar, sobre las relaciones humanas, sobre las personas. Es natural que un bebé, un niño, al que le faltan todavía recursos emocionales o habilidades sociales o incluso psicomotrices, desee y, sobre todo, necesite de la presencia y la guía constante de su madre y de su padre aunque, a medida que pase el tiempo, cada vez esta necesidad se reduzca poco a poco hasta que se llegue a una autonomía completa desde muchos puntos de vista al cabo de 15-20 años.
¿Es esto acaso "sobreprotección"? 
¿O se trata más bien de una característica normal de todos los progenitores mamíferos, la protección natural y sana necesaria para la supervivencia de cualquier cachorro?

El otro día volví a ver con mis hijos la película "Buscando a Nemo"; en un momento dado el personaje de Marlin, dice: "Le prometí a mi hijo que nunca dejaría que le pasara nada", a lo cual Dory, la amiga, le contesta extrañada: "Oh, ¡vaya promesa rara!". Marlin le pregunta igual de extrañado: "¿Qué?" y ella le vuelve a contestar: "No puedes no dejar que le pase nada; entonces nunca le pasaría nada…. no habría mucha diversión para tu pobre chico".
No sé si los guionistas de la película tienen hijos (es probable que sí), pero efectivamente han dado en el clavo con esta réplica: si no dejas a tus hijos vivir la vida por tus miedos y no les permites tener sus experiencias vitales les estás sobreprotegiendo y les puedes incluso hacer un gran daño.

La cuestión es permitirles probar, equivocarse, experimentar, y acompañarles (que no obligarles o guiarles, ni dejarles solos tampoco) en este maravilloso proceso. 
Pero no hay que confundir este cuidado y acompañamiento con la sobreprotección, confusión muy muy común hoy en día que puede causar muchos traumas en ambos colectivos, de padres y de hijos.

Por lo tanto, no impedir a los hijos a tener experiencias vitales en la medida de lo posible y razonable; sí, acompañarles y cuidarles mientras lo necesiten. Y, por supuesto, no confundir comportamientos sanos con presuntas enfermedades inventadas, sino potenciar esta energía maravillosa que es el instinto materno para una crianza con apego respetuosa y armoniosa.

3 comentarios:

  1. perfecto creo que no hace falta decir nada un articulo perfecto en todos los aspectos

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  2. Tienes toda la razón, además no se que ideas van pregonando con las nuevas formas de crianza y de "enseñar" a dormir a los niños que se aplican ultimamente, si cada vez hay mas niños que acuden al psicologo, niños con hiperactividad, delincuencia y fracaso escolar, no basta esto para demostrar que las formas que van recomendadndo de crianza no funcionan??

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  3. Yo no se, yo creo que se confunden terminos de apego con sobreproteger. Yo creo que uno por sentido común sabe lo importante del afecto, cuidado, en este caso apego, que no me gusta la palabra, hasta cierta edad y poco a poco ayudar a que logre poder valerse ya la persona por ella misma.

    Me parece erróneo y creo que al apego esta mal aplicado ya en un adolescente, es lo que supongo no lo se la verdad y peor en un adulto.

    No es que sea malo, es que creo que se mal interpreta o se da un significado erróneo y por lo tanto mal aplicado.

    Yo preferiría cuidado-afecto como una manera mas entendible, que confundirlo con sobreproteger. Y

    También creo que pudiera ver casos en los que el padre depende más del apego que pudiera sentir hacia el hijo.

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